¿Porque ellos sí?
¿Porque ellos si?
Juan Fernando Perdomo
No se si es educación familiar o de nuestro entorno, pero pienso que muchos de nosotros tenemos la mala costumbre de compararnos con los demás. Compararnos así, vanamente, sin un objetivo serio y responsable nos trae solo frustración y desencanto. Además, cuando nos comparamos, pocas veces decimos: ¡Caray, que bien hace aquella persona su trabajo! Veré como lo hace para mejorar yo...". ¡Noooo! El asunto es: -¿Porqué el tiene esa casa y yo no? -¿Porque el viaja y yo no? -¿Porque el si... y yo no? Compararnos nos lleva a caer fácilmente en la complacencia y en el error pues compararnos no es, normalmente, para mejorar, sino una pregunta: ¿Porque ellos si? y continúa con un: ¿Y yo no...?
Recuerdo el poema "Desiderata" que en una parte dice: "...Nunca te compares con los demás. Te volverás vano y amargado, pues siempre habrá personas mas grandes y mas pequeñas que tú..." En ocasiones he cuestionado a colegas o servidores públicos de partidos políticos distintos porque tomaron cierta decisión o se comportan de una forma poco adecuada y he recibido la respuesta: -¡Porque así le hicieron los "otros" durante muchos años! ¡Aquí hay un error! Los ciudadanos no queremos seguir teniendo funcionarios públicos que actúen como aquellos que han sido desplazados ya. Inclusive los mismos miembros de todos los partidos critican y sancionan esas actitudes, pero se siguen presentando.
Recuerdo las quejas del VOTO CORPORATIVO. ¡Cuánto se dijo en contra de ello! Y, sin embargo, quedo claro que, tan bien les funcionó que ahora los “nuevos” lo hacen. También quieren crear sus propios sindicatos y organizaciones, con sesgo partidista, no democráticas, que solo sirvan para los próximos proyectos electorales. Otra de las reiteradas prácticas es el “TRAPECISMO POLÍTICO” que se refiere a que una persona que acaba de llegar a un puesto, ya está buscando en donde colocarse para la siguiente. ¡Es increíble que después de luchar por un cargo de elección popular durante varios meses, al llegar, ya estén buscando el nuevo cargo sin haber cumplido, la encomienda para la que contendieron, si acaso por un muy breve tiempo!
Y otra, común, es que llegan al puesto, se olvidan de sus electores… ¡Hasta que llega la siguiente época electoral! Y así se les ve en bardas, eventos, giras, medios… ¡solo por un nuevo encargo! Así, en la arena política, las comparaciones nos han llevado al peor de los desastres pues aquello que tiene mas tiempo en la lucha política es... ¡Lo que ya fracasó! Mucho de ello, es lo más viciado. Porque está fuera de toda lógica que primero se nos ofreciera un cambio, para que muchos de los que ahora están en el poder, en todos los órdenes de gobiernos, hoy actúen exactamente igual. Otra cosa sería el concepto de 'benchmarking' que vino a traer una visión distinta de la comparación. De lo que se trata es de ver las mejores prácticas sobre un área específica que te ayude a mejorar. Por ejemplo, si una compañía aérea desea mejorar su servicio de alimentos, no debe compararse con otra aerolínea. Es mejor conocer las mejores prácticas de una excelente cadena de restaurantes. Pero no es así en la dizque “nueva política”. ¡Lástima que cayeron en lo mismo! y "¿porque yo no?" llegará, mas pronto que tarde, el momento en que estos últimos sean tan parecidos a aquellos que también van a salirse de jugada". jperdomo@infosel.net.mx
No se si es educación familiar o de nuestro entorno, pero pienso que muchos de nosotros tenemos la mala costumbre de compararnos con los demás. Compararnos así, vanamente, sin un objetivo serio y responsable nos trae solo frustración y desencanto. Además, cuando nos comparamos, pocas veces decimos: ¡Caray, que bien hace aquella persona su trabajo! Veré como lo hace para mejorar yo...". ¡Noooo! El asunto es: -¿Porqué el tiene esa casa y yo no? -¿Porque el viaja y yo no? -¿Porque el si... y yo no? Compararnos nos lleva a caer fácilmente en la complacencia y en el error pues compararnos no es, normalmente, para mejorar, sino una pregunta: ¿Porque ellos si? y continúa con un: ¿Y yo no...?
Recuerdo el poema "Desiderata" que en una parte dice: "...Nunca te compares con los demás. Te volverás vano y amargado, pues siempre habrá personas mas grandes y mas pequeñas que tú..." En ocasiones he cuestionado a colegas o servidores públicos de partidos políticos distintos porque tomaron cierta decisión o se comportan de una forma poco adecuada y he recibido la respuesta: -¡Porque así le hicieron los "otros" durante muchos años! ¡Aquí hay un error! Los ciudadanos no queremos seguir teniendo funcionarios públicos que actúen como aquellos que han sido desplazados ya. Inclusive los mismos miembros de todos los partidos critican y sancionan esas actitudes, pero se siguen presentando.
Recuerdo las quejas del VOTO CORPORATIVO. ¡Cuánto se dijo en contra de ello! Y, sin embargo, quedo claro que, tan bien les funcionó que ahora los “nuevos” lo hacen. También quieren crear sus propios sindicatos y organizaciones, con sesgo partidista, no democráticas, que solo sirvan para los próximos proyectos electorales. Otra de las reiteradas prácticas es el “TRAPECISMO POLÍTICO” que se refiere a que una persona que acaba de llegar a un puesto, ya está buscando en donde colocarse para la siguiente. ¡Es increíble que después de luchar por un cargo de elección popular durante varios meses, al llegar, ya estén buscando el nuevo cargo sin haber cumplido, la encomienda para la que contendieron, si acaso por un muy breve tiempo!
Y otra, común, es que llegan al puesto, se olvidan de sus electores… ¡Hasta que llega la siguiente época electoral! Y así se les ve en bardas, eventos, giras, medios… ¡solo por un nuevo encargo! Así, en la arena política, las comparaciones nos han llevado al peor de los desastres pues aquello que tiene mas tiempo en la lucha política es... ¡Lo que ya fracasó! Mucho de ello, es lo más viciado. Porque está fuera de toda lógica que primero se nos ofreciera un cambio, para que muchos de los que ahora están en el poder, en todos los órdenes de gobiernos, hoy actúen exactamente igual. Otra cosa sería el concepto de 'benchmarking' que vino a traer una visión distinta de la comparación. De lo que se trata es de ver las mejores prácticas sobre un área específica que te ayude a mejorar. Por ejemplo, si una compañía aérea desea mejorar su servicio de alimentos, no debe compararse con otra aerolínea. Es mejor conocer las mejores prácticas de una excelente cadena de restaurantes. Pero no es así en la dizque “nueva política”. ¡Lástima que cayeron en lo mismo! y "¿porque yo no?" llegará, mas pronto que tarde, el momento en que estos últimos sean tan parecidos a aquellos que también van a salirse de jugada". jperdomo@infosel.net.mx
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